miércoles, 21 de marzo de 2012

Despues de tanto tiempo..........





No es fácil compaginar familia y escalada clásica, sobre todo si tu compañera de escalada es tu pareja, pero con el tiempo y la ayuda de los mariditos (desde el cariño ;) ) conseguimos el ansiado día.



La cosa no iba a ser fácil, a las 11:30 del domingo, en la puerta de la reserva, después de unas respectivas guardias nocturnas, no durmiendo demasiado bien; estaba claro que nos iba a tocar andar.


No fue para tanto, en una hora y media ya estábamos en la base del pájaro, los malo es que no estábamos solos, había al menos 6 cordadas más en las vías que mas nos interesaban, pero sobre todo en la más codiciada, la sur. Así que decidimos ir por la que menos tráfico tenía, la Tino.



Para ser sinceros, costó meterse en faena, y es que tú tienes una idea de como vas a escalar, pero cuando lo haces te das cuenta de que has perdido facultades y dista mucho el escalador que piensas que eres al que eres en ese momento, no se si conocéis la sensación, en definitiva, tarde mas de lo esperado y me costó mas de lo deseado, pero subimos.



Bueno ,como ya sabéis la vía comienza a la izquierda de la sur por una fisura-offwidth en la que tienes que ir reptando durante unos metros hasta salir a una parte mas cómoda y disfrutona con bloques empotrados.Después de esto, lo que para mí es la parte mas bonita de la vía, un tramo de fisuras de manos con buenos empotres hasta llegar a la reunión (6a+).


Chus en la parte final del primer largo



En el segundo largo coges una babaresa fácil hasta llegar a la 2º reunión que comparte con la vía sur del pájaro.(V+)


Se ve que va cómoda y dedica un saludo a la afición




En el tercer largo, hicimos una variantes sin saberlo, porque en lugar de hacer la travesía del largo de 7a de la Tino , continuamos rectos metiéndonos en la vía de Jordi Jutglar , acabando en la cola del pájaro y de ahí a la cabeza, haciendo cumbre en el risco.




Tramos de placa con elegantes movimientos



A pesar de todo, fue un día muy bueno, recordando las sensaciones que la clásica te da y sobre todo con ganas de repetir pronto otra vez.